Las cifras que todos usamos (1,2,3,4, etc.) son llamadas “cifras arábigas” para distinguirlas de las que usan los números romanos (I, II, III, IV, V, VI, etc).
Los árabes popularizaron éstas cifras, pero su origen se remonta a los comerciantes fenicios que las usaban para contar y llevar la contabilidad comercial.
¿Pero has pensado alguna vez por qué “1” significa “uno”, “2” significa “dos“, etc.?
¿Cuál es la lógica que hay detrás de las cifras arábigas o fenicias? Pues muy sencillo:
Se trata de ángulos
Si escribes cada cifra en su forma primitiva, verás que:
El número 1 tiene un ángulo.
El número 2 tiene dos ángulos.
El número 3 tiene tres ángulos.
… etc.
Y el “O” no tiene ángulos.